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1944 : LEGÍTIMA ESPERANZA

Chocante pero verídico : un cierto número de obras francesas que tratan de la guerra de España y de sus consecuencias, ignoran, en lo esencial, el combate que decenas de miles de republicanos españoles desarollaron durante la segunda guerra mundial con vistas a restablecer la democracia en España. Especialmente, el movimiento de lucha políitica y armada constituido desde 1941 para la Reconquista de España , bajo la égida de la Unión Nacional Española (UNE, abierta a todas las sensibilidades) no lo citan en absoluto.

     ¿ La Agrupación de Guerrilleros Españoles , brazo armado de la UNE, incorporada como componente muy respetada de las Fuerzas Francesas del Interior ?
     ¿ Los esfuerzos de la UNE para sostener y ampliar los maquis en España, simultáneamente con el desarrollo de la Resistencia en Francia y luego después de la Liberación ?
     ¿ La ofensiva en el Pirineo en el otoño de 1944 ?
     ¿ La Juventud Combatiente , potente movimiento de la juventud española en la Francia de la posguerra ?
     ¿ La persistencia de la guerrilla, después de la victoria de los Aliados, en Galicia, en Asturias, en León, en el País Vasco, en Cataluña, en Levante y en Aragón, en Castilla y en Andalucía… ?
     De todo esto se habla poco o mal. Unos lo ignoran. Otros se callan.

     Algunos autores evocan la ofensiva en el Pirineo pero la reducen a una escaramuza de honor e incluso en una aventura. Olvidan el contexto que prevalecía en el verano de 1944.
     Las potencias del Eje tenían graves dificultades. El movimiento antifascista era ya una fuerza de primer plan, políticamente y militarmente, al nivel mundial. Para los demócratas, especialmente para gran parte de la juventud, era natural proseguir la acción para derribar todos los gobiernos que encarnaban el fascismo.
     Es en estas circunstancias que la Asemblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), creada en 1945, adoptó, en febrero y diciembre del 1946, resoluciones que no podían menos que animar a los que combatían en los maquis de España y a los que les sostenían.

     A continuación damos un extracto de la resolución de diciembre del 1946 que atestigua claramente que dos años después del fracaso — limitado y relativo — de la operación del Valle de Arán, la voz de los antifascistas consecuentes era bastante fuerte para ser oída por la ONU, hasta obtener resoluciones y preconizar medidas contra el régimen de Franco.
     ¿ Cuando en los maquis o sus bases de apoyo, cuando en los medios solidarios de Francia y de Navarra [fórmula propia al francés] se conocían estas posturas, no podía esto estimular la adhesión a la lucha armada ? La respuesta es sin duda : sí.
     Ahora bien, estos documentos muy significativos y de peso excepcional, son ignorados totalmente en ciertas obras, académicas o de gran difussión, que se interesan en lo occurido después de la guerra civil. Esto pide reflexión.

     En la jornada Reconquista de España en Toulouse, el 4 de diciembre de 2004, estas resoluciones de la ONU fueron presentadas en una gran pantalla. Numerosos participantes [vinieron unas doscientas cincuenta poersonas] que las descubrían, o quizás redescubrían, estaban sorprendidos, positivamente sorprendidos.
     Entonces, a un historiador universitario, especialista de la política extranjera de España entre 1931 y 1939, le pareció pertinente disminuir la importancia de los actos de la ONU, más o menos con estos términos : « Bien se sabía que las resoluciones de la ONU no eran de fiar. Se sabía también que la Sociedad De Naciones había traicionado a los republicanos españoles con la política de « No intervención ». No se podía confiar tampoco con la ONU ».
     Pues no, buen amigo. La ONU recién nacida era virgen de combinaciones, de infracciones, de abandonos que se le pueden reprochar más tarde.
     ¿ La SDN dice usted ? Precisamente, la ONU era esperada como una superación de las carencias de la SDN.
     ¿ La « no intervención » dice usted ? La política de « no intervención », cubierta por la SDN, era ya inadmisible en 1936 cuando la Alemania nazi era ya potente. Luego ¿ cómo resignarse a la idea de que la ONU iba a traicionar sus resoluciones antifascistas cubriendo una nueva « no intervención » en 1946 , después de la derrota de la Alemania nazi ?

     Naturalmente, no bastaban las palabras, había que obrar para mantener y desarollar la conjunción de fuerzas en favor de la intervención libertadora en España, y no resignarse por adelantado facilitando la segunda « no intervención ».
    ¿ Vamos a felicitar a las fuerzas democráticas que rompieron demasiado pronto el combate armado antifascista ?
     ¿ Vamos a agobiar — aunque sólo sea olvidando de rendirles homenaje — a las fuerzas democráticas que muy lógicamente, y con mucha valentía, prosiguieron esta combate ?
     Digámoslo sin acrimonia pero claramente : los que tenían la ilusión de que los gobiernos aliados iban a echar a Franco por la diplomacia, sin que hiciera falta una presión militar, se equivocaron.
     Los que temían o invocaban un peligro comuniste (o/y anarquista) en España se equivocaron. Como se equivocaron en Francia los que temían al Frente Nacional, que temían a los FTP [Francs-Tireurs et Partisans], que temían el sublevamiento del pueblo de París.      Cierto Rol-Tanguy, comunista y ex-brigadista en España, mandaba a las Fuerzas Francesas del Interior de la Île-de-France. Ciertamente los comunistas pesaron mucho en la Resistencia, pero fue un gobierno de unión nacional el que se instaló en la Liberación y no una república soviética.
     En definitiva, los que rehusaron la unión sin exclusivas — pero con determinación — de todos los antifranquistas se equivocaron.            Luego, el franquismo sobrevivió treinta años y el neo-franquismo todavía más. Costó muy caro .

     La política de « no intervención » prevaleció en 1936-39, pero ¿ no había que combatirla ?
     ¿ Debían los republicanos renunciar a defender la República ?
     ¿ Debían considerar ya en 1936 que la guerra estaba perdida de antemano y que debían abandonar las armas sin combate ?
     ¿ Debían considerar en 1946 que la lucha armada iba a fracasar ?

     ¿ Qué hubiera pasado si todos los antifascistas se hubiesen unido para apoyar y desarollar la política de intervención que había dado un paso en la ONU ?

     A finales de 1937 André Malraux publicó « L'espoir » [es decir : “ la esperanza”, novela que trataba de la GCE ] . A finales de1945, el mismo André Malraux fué ministro de la información del gobierno de Francia.
     Sí, en estos tiempos de liberación la esperanza era legítima. Más que nunca.

    Honor a los que no desesperaron.

*Fuente : Enrique Farreny Del Bosque, 12 de febrero de 2005