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Breve Historia de la "Nueve"

Verano de 1943. Los aliados dominan ya el Norte de África y piensan en la futura invasión del continente europeo. La Francia que se negó a rendirse no quiere participar en la tarea de la liberación como simple comparsa, y De Gaulle desea, entre otras muchas cosas, una moderna División Acorazada con la misión de ser la primera en entrar en París.

Los comienzos de La Nueve

Aunque hay constancia de que varios de los conductores de los vehículos que participaron en la heroica toma de Koufra o de los grupos de antitanques que lucharon valientemente contra el Afrika Korps en Ksar Rhilane eran españoles, los antecedentes inmediatos de La Nueve están en los Corps Francs d'Afrique, que se crearon para la campaña de Túnez. En ellos se alistaron no pocos exiliados republicanos, la mayoría de los cuales llevaban instalados en el norte de África desde el final de la guerra civil. Ese es el caso del Capitán Buiza - antiguo almirante de la Marina Republicana Española - o del Teniente Antonio Van Baumberghen Clarasó . El primero de ellos mandará la 9e compagnie del III batallón del Corps Franc, conocida como “l’Etrangère” y que es el antecedente directo de “La Nueve”. Sus hombres provienen de los campos de internamiento, y abundan lo ex legionarios de los orígenes más diversos. Otro personaje que aparece entonces es el capitán alsaciano Joseph Putz, que manda la 11e compagnie. Es un oficial de la reserva que conoció las trincheras de la guerra 1914-1918 y que ha desarrollado una intensa labor en la guerra de España, en donde ha mandado la XIV Brigada Internacional, conocida como “La Marsellesa”. Putz será uno de los hombres clave en la historia de La Nueve.

Al finalizar la Campaña Africana, en mayo de 1943, la llamada “Force L” del General Leclerc, junto a diversas unidades de la Francia combatiente y el ejército francés de África son reunidos para crear una nueva unidad, la 2e División Légère Française Libre, que el 24 de agosto de 1943 se transforma en la 2ème. División Blindée (2e DB). Organizada según el modelo estadounidense, va a ser una gran unidad con más de trescientos vehículos de combate y quince mil hombres. El mando corresponde al General Leclerc, que va a conseguir convertir una amalgama de hombres de los orígenes más diversos, de todas las creencias y de todas la ideologías, en una eficaz máquina de guerra.

En la 2e DB, la infantería que acompaña a los carros blindados la va a constituir el Régiment de Marche du Tchad (RMT), que se formará con la fusión de elementos de la antigua “Columna Leclerc” con el “Corps Franc d’Afrique”. El renovado regimiento tiene tres batallones, y el tercero de ellos ha sido puesto bajo la autoridad del ahora comandante Putz. En ese batallón, la novena compañía, al mando del capitán Raymond Dronne, es todavía más “española” que en la época de Buiza. Tanto, que desde el principio todos se referirán a ella como “La Nueve”, en español.

Los españoles fueron bien acogidos en la 2e DB pese a su “mala fama” de indisciplinados y revoltosos, por no hablar de sus antecedentes políticos como izquierdistas y revolucionarios. Pese a ello, la adaptación a la disciplina de la División fue ejemplar, y a ello no fue ajeno el peculiar “estilo Leclerc” para ejercer el mando. Ideológicamente, los anarquistas eran predominantes en la Tercera Sección de la Compañía, mientras que los socialistas y republicanos moderados lo eran en la Primera y la Segunda. Hubo, al parecer, pocos comunistas. Pese a las diferencias políticas, el sentimiento unitario antifascista era demasiado fuerte para que se perjudicase su eficacia como unidad de combate. En este sentido, contaban a su favor con el hecho de ser combatientes experimentados en una guerra que había sido especialmente feroz, lo que les convertía, de alguna manera, en una especie de élite.

Parece que llevaron con ellos algunas de las costumbres adquiridas en la guerra civil. Elegían sus propios jefes de sección y arreglaban entre ellos sus cuentas “disciplinarias”. El mando había que ganárselo, no bastaban los nombramientos “desde arriba”, pero si se conseguía pasar la prueba de la aceptación por la tropa, ésta seguiría a sus jefes con los ojos cerrados. Por lo demás, el mando de la 2e DB terminó aceptando, incluso, que los españoles llevasen una insignia con los colores de la bandera republicana con el asentimiento del jefe de batallón: por algo Putz había combatido bajo esa bandera durante los intensos años de la guerra civil.

Al incorporación a la nueva división siguió el entrenamiento, para lo que fue trasladada a Temara (Marruecos),. El Régiment de Marche du Tchad, al igual que el resto de la División, fue equipado totalmente con material estadounidense (como así lo disponía el Plan Anfa) y como infantería mecanizada, fue dotado de modernos half-tracks, vehículos semiorugas de 9 toneladas aptos para desplazarse por todos los terrenos acompañando a los carros de combate.

Para los españoles que se alistaron en 1943 en la 2DB, la idea misma de una División Acorazada debería resultar verdaderamente exótica, después de su experiencia en una guerra tan anticuada en planteamientos tácticos como la Guerra Civil Española. Sin duda no debió ser fácil sustituir sus hábitos de soldados de infantería tradicional, que marchaban a pie o en tren, que cavaban trincheras y que atacaban frontalmente a la bayoneta por los del infante mecanizado de la Segunda Guerra Mundial. Ahora se trataba de aprender a combatir desplazándose rápidamente en potentes vehículos y con modernas armas automáticas.


Tras un periodo de intensa instrucción la 2e. D. B. es trasladada a Inglaterra donde continúa su preparación y se organiza, a la manera de los “combat teams” estadounidenses, en tres “Groupements Tactiques”, una organización que recuerda lejanamente a las Brigadas Mixtas de la Guerra Civil: un batallón del RMT acompaña a un regimiento de carros más un grupo de artillería, cazacarros, reconocimiento...El tercer batallón, al que pertenece La Nueve, será adscrito al Groupement Tactique Warabiot, o G.T.V. Siguiendo la costumbre francesa de “bautizar” a todos los vehículos, los españoles de La Nueve darán a sus half-tracks los nombres de las batallas de la guerra civil: Teruel, Ebro, Brunete, Madrid, Belchite, Guadalajara... También otros tópicamente evocadores como Don Quijote, o España Cañí. Esos nombres quedarán indisolublemente unidos a la leyenda de La Nueve.

Normandía

Tras una tensa espera, el 1 de agosto de 1944 la 2e DB comienza su desembarco en la playa de Utah. La Nueve lo hará el 4 de agosto, y cantando “La cucaracha”, quizás por la lentitud de la compleja operación. Finalmente, la división se pone en marcha con la misión de apoyar a los estadounidenses frente al contraataque alemán en Mortain. En esos primeros días el GTV está en reserva, así que la Nueve tardará algún tiempo en entrar en combate. Es en ese periodo cuando el teniente español Antonio Van Baumbergen, “Wamba” es sustituido como segundo en el mando de La Nueve por Amado Granell, un castellonense con un amplio historial en la guerra civil.

La toma del puente sobre el Sarthe y de Alençon abre el camino para que la 2e DB participe en una de las operaciones más famosa de toda la guerra: la reducción de la bolsa de Falaise, que supondrá el colapso alemán en Francia. Para la Nueve, es también el primero de los muchos momentos de coraje y sufrimiento que deberá vivir hasta el fin de la guerra.

Bautismo de fuego en Ecouché

Después de un rápido combate en Vieux- Bourg, en el que La Nueve destruye varios vehículos alemanes disparando desde los half-tracks, el 13 de agosto los "cosacos", como les llama el capitán Dronne, entran a la carga en Ecouché destruyendo más vehículos a su paso. El pueblo queda dominado, pero será en su aseguramiento en donde se producirán los combates más violentos. El día 14, sin embargo, el principal enemigo será la aviación estadounidense que vierte “fuego amigo” sobre la Compañía. Pero a la caída de la tarde, el adjutant-chef Campos, quizás el más notable combatiente de La Nueve, y el sergeant-chef “Juanito”Reiter han imaginado un audaz golpe de mano y se infiltran con dos half- tracks en terreno alemán hasta tomar un castillo en el que capturan 129 prisioneros, entre ellos un coronel. El día 15 La Nueve es cañoneada por los alemanes...y por los propios americanos. Finalmente, el día 16 se comprueban intentos de penetración alemana en el pueblo. Dronne entiende que con sus efectivos no podrá defender Ecouché, así que opta por atacar. Protegido por el fuego de los morteros asalta las posiciones alemanas. Allí encontrará la muerte el sergeant-chef Constantino Pujol y herido su hermano, Fermín. También, Luis del Águila y el veterano prusiano Poreski. El contraataque ha sorprendido a los alemanes, pero aún así mantienen el cerco y el cañoneo durante el 17 de agosto. En la tarde de ese día, después de un nuevo intento de infiltración alemán, Campos dirige un violento contraataque contra un numeroso grupo de SS. Roberto Helio morirá a causa de las heridas recibidas en el transcurso del combate. Por fin, el día 18 La Nueve enlaza con una columna británica. Ha sufrido 7 muertos y 10 heridos graves, pero ha sido un éxito táctico.

Hacia París

La Nueve descansa en Ecouché hasta que el 23 de agosto, a las 6 de la mañana, se da la orden de salida. El destino es París, cuya ocupación ha sido rehusada por el mando aliado en un principio y por razones logísticas, para después ser aceptado a causa de las presiones de De Gaulle y, sobre todo, por la sublevación popular que amenaza concluir con la destrucción de la ciudad..

La Nueve, junto a otras unidades de su División, sale desde la localidad de Limours a las 7 hs. del 24 de agosto de 1.944 en dirección a París, vía Arpajon-Longjumeau-Antony, por la carretera nacional 20. Dronne, ha establecido con sus jefes de sección las pautas de un itinerario que, en su opinión, puede resultar peligroso por su trazado, expuesto y propicio a emboscadas. La columna mecanizada atraviesa varios pequeños pueblos, donde, a pesar de la hora, son recibidos de manera calurosa por la población.

A las 8 hs. encuentran la primera resistencia ante Longjumeau. Una sección de La Nueve, con el apoyo blindado de su inseparable 501º Regimiento de Carros de Combate (R.C.C.), se encarga del asunto. La lucha se acaba resolviendo a favor delos franceses, que ocupan un puente sobre el río Ivette, pero Dronne piensa que estos pequeños y aislados focos de resistencia deberían ser rodeados y fijados para proseguir con un rápido avance.

A mediodía se llega al suburbio de Antony y allí se reanuda la lucha. El eje del avance se desborda, y con maniobras envolventes se liquidan los obstáculos y se destruyen o capturan varias piezas de artillería alemana. La columna encuentra fuerte resistencia frente a la prisión de Fresnes y se entabla un duro combate. Sin embargo, la ruta hacia el París insurgente parece estar abierta por el Este.

Dronne recibe entonces un mensaje del coronel Billotte, que se encuentra al mando de la columna: se le ordena volver con sus tropas al eje del avance, concretamente cerca del cruce de la población de Croix-de-Berny. El Capitán hace repetir al mando varias veces el mensaje. No puede creer esta orden que, finalmente, acata. Al regresar a la carretera general, los habitantes de las poblaciones se vuelcan imprudentemente en recibir a las tropas. El enemigo todavía combate sobre la ruta y se producen bajas entre los civiles. Llegando a Croix-de-Berny, la 1ª sección de La Nueve es enviada al cruce donde debe apoyar a otras fuerzas que se las tiene que ver con un "88" alemán que será finalmente puesto fuera de combate. Lamentablemente, esta sección, mandada por elsergeant-chef Moreno, ya que su jefe natural, el andaluz sous-lieutenant Montoya, había resultado herido en una escaramuza anterior, quedará, por esta acción, apartada del inmediato destino del resto de La Nueve.

Dronne entra en la población con el resto de la compañía, precedido por al semioruga del lieutenant Granell que se encuentra directamente con el jefe de la 2e. D.B., el general Leclerc. Éste se halla en una acera, apoyado en su famoso bastón, que emplea desde que sufriera hace años un accidente hípico. Está nervioso y de muy mal humor. Ha llegado hace poco tiempo en su scout-car y ha sido informado por la tripulación del avión Piper-Cub, que la división emplea en tareas de observación, de la angustiosa situación que se vive en el interior de París. Sus acompañantes se encuentran a prudente distancia. Le pregunta a Granell por el Capitán y el español le responde que marcha detrás.

Cuando llega Dronne, Leclerc le interpela acerca de su situación. Dronne le explica que ha tenido que retroceder porque así se le ha ordenado, pero que el camino hasta París está expedito en la zona que él ha recorrido. Inmediatamente, Leclerc le ordena que marche a París con lo que tenga a mano, por poco que sea. Imagina el efecto que la llegada de la columna puede tener en la moral del pueblo parisino sublevado, y sabe que es necesario que, aunque sea sólo con una fuerza simbólica, la 2e DB debe entrar en París antes que los estadounidenses.

La leyenda de La Nueve

Dronne organiza lo que queda de La Nueve y completa su columna con la disminuida sección de carros medios del lieutenant Michard, del 501º R.C.C., También consigue una sección de ingenieros, mandada por el adjudant Cancel.

Un paisano guía a la columna. Atraviesan Fresnes, continúan por L'Hay-les-Roses, Cachan, Arcueil y Kremlin-Bicetre a través de aquellas calles que parecen libres de obstáculos o indicadas por la población como expeditas. Durante todo el recorrido reciben las muestras de entusiasmo de la población, que franquea el paso de la columna cuando esta encuentra algún obstáculo. Las defensas del fuerte de Bicetre no abren fuego al paso de la tropa que, hasta ahora, sólo han sido importunados por disparos esporádicos ahogados por el ruido de los motores.

Son las 20,45 cuando se alcanza la parisina Puerta de Italia. El jeep de Dronne pasa a la cabeza de la marcha. En ese momento la plaza se encuentra llena de personas que, al escuchar el estruendo de los vehículos, huye aterrada pensando que son alemanes. De pronto alguien grita: "Son americanos" y las tropas se ven rodeadas de una muchedumbre que, literalmente, enloquece al grito de: "Los franceses, son los franceses", al comprobar su verdadera identidad. Una alsaciana, ataviada con su traje típico, destroza el parabrisas del jeep de mando al saltar sobre él. Durante unos minutos es el delirio. La columna no puede continuar la marcha y Dronne duda sobre donde dirigirse. Realmente la pequeña fuerza que manda no tiene más que un poder simbólico dentro de la situación que le rodea, militarmente hablando.

Resuelve entonces dirigirse al ayuntamiento: El Hotel de Ville ha sido punto neurálgico en todas las insurrecciones acaecidas en París. El Capitán se pregunta por el itinerario a seguir, al desconocer la situación de las barricadas y el desarrollo de los combates. Entonces aparece en escena, subido en una pequeña motocicleta, el armenio Dikran que se ofrece como guía hasta el nuevo objetivo. Asegurando conocer la ruta correcta, arranca a la cabeza de la columna, que se abre paso como puede. Sobre el jeep de Dronne continúa subida la alsaciana.

Los vehículos se lanzan tras la motocicleta. Recorren calles que quedan desiertas al paso de los blindados, que los parisinos creen alemanes, y que se vuelven a poblar cuando alguien reconoce a los soldados y lanza el repetido grito de "Franceses, son los franceses". Cruzan al Sena por el puente de Austerlitz y continúan a lo largo de los muelles de la orilla derecha hasta su objetivo.

Por fin, a las 21,22 horas se detienen ante el Hotel de Ville. Comienza a anochecer. La alsaciana baja del vehículo. Dronne ordena transmitir un mensaje de radio: "Misión cumplida. Estamos ante el Hotel de Ville" y hace hincapié ante su aislamiento y la necesidad de progresión sobre París. Se despliega el destacamento y los vehículos en defensa de erizo alrededor del ayuntamiento, y se dan órdenes ante un posible contraataque. La gente empieza a llegar, lo invade todo, abraza a los soldados, grita, impide el despliegue.

Muy pronto la Marsellesa se escucha sobre toda la ciudad. Entonces las campanas de París comienzan a sonar. Primero aisladas, luego, docenas de ellas, lograrán acallar cualquier otro sonido.

Al ser los primeros en entrar en París, los españoles de La Nueve dieron forma a una pequeña y romántica leyenda de la Segunda Guerra Mundial. Pero sus avatares no terminarán allí, sino que se prolongarán hasta el final de la guerra.

El día 25 de agosto, el grueso de la 2e DB entra en París y se despliega por la ciudad eliminado los focos de resistencia alemana y tomando los puntos neurálgicos. La Nueve combate en la rue du Temple limpiando la central telefónica, y en los combates es gravemente herido el sous-lieutenant Elías. Al final del día París está bajo control y La Nueve se reagrupa frente al Hotel de Ville.

Al día siguiente tendrá lugar una impresionante manifestación en la que De Gaulle escenificará su gran momento histórico descendiendo por los Campos Elíseos y caminando hasta la catedral de Nôtre Dame. El honor de escoltar el cortejo, durante el que se producirá un confuso tiroteo, corresponde a La Nueve por haber sido la primera en entrar en la capital de Francia. Es en ese momento cuando la cámara capta algunas de las imágenes más conocidas de los españoles de Leclerc, incluso una corta película con el imperfecto color de la época.

Los días siguientes fueron de descanso para La Nueve, que se había instalado en el Bois de Boulogne convertido para la ocasión en campamento militar en el que los españoles recibieron la visita de otros compatriotas exiliados, amén de cariñosas parisinas con las que compartieron experiencias. Pero lo bueno dura poco y el 8 de septiembre la División estaba de nuevo en marcha.

Los Vosgos


El 8 de septiembre de 1944 la 2e DB se pone en marcha hacia el este. Cada uno de los tres “groupements” – que ocasionalmente se dividían, a su vez, en “sous-groupements”- tiene una misión distinta en el eje del avance. El GTV, “groupement” en el que se incluía el III/RMT y por tanto La Nueve, alcanza el 12 de septiembre Andelot, donde resiste un millar de alemanes. La Compañía participa en el ataque integrada en el “sous-groupement” La Horie, algo que ocurrirá en otras ocasiones sucesivas.

El día 15, el sous groupemente cruza el Mosela y mantiene a duras penas una débil cabeza de puente a la altura de Châtel, que debe abandonar ante la potencia del ataque alemán. La Nueve tendrá que replegarse para volver a cruzar el río, con las frías aguas a la altura del pecho, para atacar nuevamente Châtel en el sector sur.

El paso del Mosela marca una etapa de calma, de guerra de posiciones en la que se trata de realizar operaciones de reconocimiento, de inteligencia y de toma de prisioneros para interrogarles. El “sous-groupement” La Horie se instala con La Nueve en Xaffevillers, en donde tendrá lugar un enfrentamiento con los alemanes en el curso del cual morirán el sergeant-chef “Fábregas” (Ramón Etorit) y Vázquez. Por lo demás, el mes de octubre será un monótono interludio que los alemanes aprovecharán para reforzar sus posiciones defensivas en los Vosgos. Una pieza clave de esta línea defensiva es la localidad de Baccarat, cuya toma permitiría enfilar directamente el gran objetivo estratégico: Estrasburgo.

Leclerc quiere atacar Baccarat eludiendo la ruta más fácil y previsible, y escoge el difícil bosque de Mondon, desde donde sorprende a las defensas alemanas. El audaz ataque obtiene un excelente resultado y a la caída de la tarde la vanguardia francesa entra en Baccarat, iniciando la limpieza de la ciudad, que queda controlada por la noche. En esa jornada, La Nueve se ha apoderado de Hablanville y Pettonville, dejando para el día siguiente la toma, tras un combate particularmente sangriento, del pueblo de Vaqueville.

La campaña de Lorena ha terminado y comienza la de Alsacia. La siguiente meta será la liberación de Estrasburgo, verdadera obsesión de Leclerc, que había jurado en Koufra no descansar hasta ver la bandera francesa ondear en la capital de Alsacia..

El mando aliado ha decidido que la 2e DB apoye el ataque de la 44 y la 79 divisiones de infantería estadounidenses, que se encargarán de abrir una brecha en el frente, para posteriormente explotar la ruptura ya conseguida. De los tres “Groupements”, dos apoyarán directamente el ataque , mientras que el GTV, en el que, recordemos, se encuentra La Nueve, se mantendrá en la reserva.

Comenzada la ofensiva, los estadounidenses encuentran algunas dificultades en el flanco sur, por lo que Leclerc decide enviar el “sous-groupement” La Horie contra Badonviller, ataque en el que La Nueve será la infantería mecanizada. En esta casión, la Compañía está mandada por Amado Granell, por ausencia de Dronne. El combate es muy duro, y en él perderán la vida los españoles Manuel Bullosa, Antonio Martínez y Nicolás López. También morirá el propio lieutenant-colonel La Horie. En cierto sentido, Badonviller marcará el declive de la personalidad “española” de La Nueve a causa de la acumulación de bajas y los reemplazos por franceses de origen.En esta fase del avance hacia Estrasburgo el protagonismo se lo lleva el entonces lieutenant-colonel Massu, cuyo “sous-groupement”ejecuta una ruptura y posterior penetración en el frente alemán que habilitará la toma de Saverne, base de partida para el ataque definitivo sobre Estrasburgo.

El 22 de noviembre de 1944, después de obtener la conformidad del general Hailslip, Leclerc ordena el avance sobre Estrasburgo para el día siguiente. Cada “Groupement” tiene un sector establecido, correspondiéndole al GTV el ataque desde el sur. Pero el honor de ser los primeros en entrar en la ciudad corresponderá a la 3ª y 4ª compañías del RMT, que en una progresión que sorprende tanto a los defensores como a los habitantes, penetra en el centro de Estrasburgo anticipando la entrada del grueso de la división. La resistencia alemana se derrumba rápidamente, salvo en el puente ferroviario de Khel. En los tres días siguientes es preciso limpiar los alrededores de la ciudad, y allí tendrá que emplearse a fondo el GTV, pero la situación es ya irreversible: la bandera tricolor ondea en la catedral, y se da por cumplido el juramento de Koufra.

La bolsa de Colmar


La caída de Estrasburgo abre una larga batalla por la liberación de Alsacia que se prolongará entre el 28 de noviembre de 1944 y el 10 de febrero de 1945.

Los alemanes conservan una zona de Los Vosgos sólidamente consolidada entre Estrasburgo y Mulhouse, la llamada “bolsa de Colmar”, en cuyo borde norte la 2e DB ejercerá una presión continua durante el mes de diciembre. En aquellos momentos se plantea la integración de la División en el 1er Ejército francés, mandado por De Lattre de Tassigny, y aquello no es del agrado de Leclerc, que teme que tal cosa perjudique el espíritu y la capacidad táctica de la 2e DB, puesto que mantiene diferencias de concepto y de método con De Lattre.La campaña de invierno se hace larga y muy ardua a causa de la nieve y el frío.

El 13 de diciembre, tres destacamentos del III/RMT entre los que se encuentra La Nueve atacan Witterheim, que será tomada por ésta al mando del teniente Dehen. La compañía asume posiciones defensivas que son bombardeadas duramente por los alemanes.

A finales de diciembre, la 2e DB es relevada de sus tareas en Alsacia para colaborar conlos estadounidenses en las operaciones subsiguientes a la ofensiva de Las Ardenas, volviendo a tal efecto a ser colocada bajo las órdenes del general Haislip. A mediados de enero es retornada a la disciplina del 1er Ejército francés para colaborar en la definitiva liquidación de la bolsa de Colmar, en la que continuaban los problemas a causa de la férrea resistencia alemana.

En este periodo el protagonismo es, dentro de la 2e DB, para el G.T.V., y esta fase de la campaña quedará marcada por el combate de Grussenheim, en el que perderá la vida el lieutenant-colonel Putz, que manda el “sous-groupement” que lleva su nombre. La lucha tendrá lugar sobre una espesa capa de nieve y a temperaturas de 15 grados bajo cero. En ella no participará directamente La Nueve, pero sí destacaran otros españoles alistados en la 11 Compañía. Grusenheim será tomada después de una durísima lucha, en la que, tan sólo durante la noche del 27 al 28 de enero 28 oficiales y 260 suboficiales y soldados serán muertos o heridos.En las operaciones posteriores se completará la eliminación de la bolsa de Colmar, y La Nueve participará en los combates por Elsenheim y Marckolsheim el 31 de enero y el 1 de febrero. Finalmente, el 10 de febrero se da por concluida la liberación de Alsacia y la 2e DB es adscrita al XV Cuepo de Ejército USA, regresando a Lorena.

El final

Después de la liberación de Alsacia la 2eDB descansa una larga temporada durante la cual llegan refuerzos y reemplazos. Dronne es ascendido a comandante y el mando de La Nueve pasa al ahora capitán Dehen.

El 23 de abril la División se vuelve a poner en marcha, esta vez en dirección hacia Baviera. Atraviesa el Rhin, luego el Danubio y entonces recibe la orden de dirigirse a Berchtesgaden, un objetivo cargado de simbolismo puesto que se trata de un emplazamiento de descanso de altos dignatarios nazis en el que Hitler poseía una residencia verdaderamente singular: el “Nido del Águila”.

En esa operación tendrá lugar la última acción bélica de La Nueve. La Compañía está ahora integrada en el “sous-groupement” Sarazac, que tomará el pueblo de Inzell y deberá despejar el camino de unas defensas alemanas que disponen de cañones del 88 y la ventaja de un terreno formado por montañas y gargantas que lo hacen idóneo para la emboscada. La Nueve se apoderará de un puente y marchará sobre Weissbach donde la destrucción de un segundo puente marcará la interrupción definitiva de su avance. Fue el último combate de la 2e DB en la Segunda Guerra Mundial.

El sábado 5 de mayo, Leclerc llega a Bertchesgaden y una gigantesca bandera tricolor es colgada en el “Nido del Águila”. Este gesto simbólico marca el final de la guerra para 2e DB. En lo que respecta a La Nueve, de los 144 hombres que habían desembarcado en Utah Beach sólo quedaban 16. Fue un duro tributo de vidas para una leyenda que merece estar presente para siempre en la memoria de los hombres libres.

En recuerdo de todos los luchadores por la libertad.

*Fuente. Grupo de reconstrucción histórica “La Nueve”